Todo acerca de las Cholitas Luchadoras de Bolivia, para ver a las Cholitas Wrestling escríbenos: cholitaswrestling@gmail.com
miércoles, 20 de abril de 2011
Serie de las Cholitas Luchadoras: Bolivia 2010
Fotografía de las luchadoras o “cholitas” Carmen Rosa y Yulia la Pacena mientras se enfrentan en un combate solidario para recaudar fondos para la construcción de unos baños para una escuela en La Paz (Bolivia) el 26 de junio de 2010 que forma parte del reportaje “Las Cholitas Voladoras, Bolivia: Lucha Libre”, obra del fotógrafo italiano Daniele Tamagni, ha ganado el 2º premio en la categoría de “reportaje gráfico de Arte y Entretenimiento”.
Fuente Cityzen Project
martes, 5 de abril de 2011
"Las mamachas del ring"
"En los andes bolivianos".
Una neoyorquina de origen coreano relata su experiencia de rodar con un reducido equipo técnico y artístico en los Andes bolivianos.
Andoni Iturbe
PARA Betty M. Park, una neoyorquina de origen coreano, fue un reto poder rodar en Bolivia el documental Las mamachas del ring. Los lugareños no están acostumbrados a ver la gente del cine ocupando las calles, pero en este caso, los habitantes de La Paz se interesaron enseguida por la historia. La producción cinematográfica en Bolivia es muy escasa y muchos técnicos locales se entrenan y practican en países vecinos.
Betty M. Park se desplazó con un reducido equipo técnico y artístico a lo alto de los Andes bolivianos, y allí se centró en las escasísimas mujeres que deciden romper con los roles que le presuponen a las mujeres. Durante cinco años estuvo al lado de Carmen Rosa, una luchadora indígena, sabia, lúcida y entrañable, que intentaba hacerse un hueco en un campo tan machista como la lucha libre.
La protagonista absoluta del documental asume con naturalidad que un equipo de Nueva York la siga en su peregrinaje, pero su entorno más cercano se muestra más reacio con sus decisiones. Su marido no comparte su sueño y le da un ultimátum: la lucha o la familia. Ella trabaja fuera de casa vendiendo en el mercado y rindiendo en los combates. Pero su esposo cree que la economía familiar se resiente y que el hogar está desatendido cada vez que sobrevuela por los suelos.
Carmen Rosa, apodada La campeona, una de la pocas luchadoras indígenas de Bolivia, encuentra en el ring un espacio en el que puede desarrollar y fortalecer su personalidad. En Bolivia la lucha libre es una entretenimiento popular entre las clases menos pudientes. Las mujeres luchadoras distan mucho del espectáculo que nos tiene acostumbrados la televisión de Estados Unidos. La aparición de Carmen Rosa fue una revolución y por primera vez una autóctona cholita se defendía en el ring con su típico traje. Junto a otras tres cholitas, Carmen pasó a ser una persona considerada. Junto a sus compañeras, las cuatro componían Las mamachas del Ring.
celos y envidia Carmen Rosa se convirtió en la primera mujer indígena luchadora y en la más brava de las candidatas. Sin embargo, sus contrincantes la querían desplazar de su trono, y las más jóvenes y menos escrupulosas, vieron un nicho de mercado jugoso para usurpar el nombre (Las mamachas del ring) a las más veteranas. La envidia desatada tras una aparición estelar en un programa televisivo de Perú, cambió la vida de Carmen Rosa ya que las cholitas fueron apartadas de la liga mayor de luchadores bolivianos y acercó a otro tipo de mujeres: más jóvenes y con menor carisma que querían seguir siendo conocidas como Las mamachas del ring.
El documental retrata a una pequeña gran mujer con una extraordinaria determinación, humildad y sencillez. Una resistente y combatiente mujer que no tira la toalla cuando es apartada de la primera línea. Así se convierte en promotora y en pequeña empresaria. Como reconoce la directora, la vida de Carmen Rosa cambió después del documental. Apenas lucha, y las mamachas dejaron de existir. "Ahora compite como freelance y ha empezado recientemente a enseñarle todo lo que sabe a su hijo", afirma a DEIA la directora, diplomada en Berkley en Filosofía e Inglés y supervisora de series de MTV. Hace un año Betty, una mujer de ciudad, y Carmen Rosa, una indígena valerosa, se enfundaron en un largo abrazo en un festival de cine de Nueva York.
Fuente Noticias de Navarra
Una neoyorquina de origen coreano relata su experiencia de rodar con un reducido equipo técnico y artístico en los Andes bolivianos.
Andoni Iturbe
PARA Betty M. Park, una neoyorquina de origen coreano, fue un reto poder rodar en Bolivia el documental Las mamachas del ring. Los lugareños no están acostumbrados a ver la gente del cine ocupando las calles, pero en este caso, los habitantes de La Paz se interesaron enseguida por la historia. La producción cinematográfica en Bolivia es muy escasa y muchos técnicos locales se entrenan y practican en países vecinos.
Betty M. Park se desplazó con un reducido equipo técnico y artístico a lo alto de los Andes bolivianos, y allí se centró en las escasísimas mujeres que deciden romper con los roles que le presuponen a las mujeres. Durante cinco años estuvo al lado de Carmen Rosa, una luchadora indígena, sabia, lúcida y entrañable, que intentaba hacerse un hueco en un campo tan machista como la lucha libre.
La protagonista absoluta del documental asume con naturalidad que un equipo de Nueva York la siga en su peregrinaje, pero su entorno más cercano se muestra más reacio con sus decisiones. Su marido no comparte su sueño y le da un ultimátum: la lucha o la familia. Ella trabaja fuera de casa vendiendo en el mercado y rindiendo en los combates. Pero su esposo cree que la economía familiar se resiente y que el hogar está desatendido cada vez que sobrevuela por los suelos.
Carmen Rosa, apodada La campeona, una de la pocas luchadoras indígenas de Bolivia, encuentra en el ring un espacio en el que puede desarrollar y fortalecer su personalidad. En Bolivia la lucha libre es una entretenimiento popular entre las clases menos pudientes. Las mujeres luchadoras distan mucho del espectáculo que nos tiene acostumbrados la televisión de Estados Unidos. La aparición de Carmen Rosa fue una revolución y por primera vez una autóctona cholita se defendía en el ring con su típico traje. Junto a otras tres cholitas, Carmen pasó a ser una persona considerada. Junto a sus compañeras, las cuatro componían Las mamachas del Ring.
celos y envidia Carmen Rosa se convirtió en la primera mujer indígena luchadora y en la más brava de las candidatas. Sin embargo, sus contrincantes la querían desplazar de su trono, y las más jóvenes y menos escrupulosas, vieron un nicho de mercado jugoso para usurpar el nombre (Las mamachas del ring) a las más veteranas. La envidia desatada tras una aparición estelar en un programa televisivo de Perú, cambió la vida de Carmen Rosa ya que las cholitas fueron apartadas de la liga mayor de luchadores bolivianos y acercó a otro tipo de mujeres: más jóvenes y con menor carisma que querían seguir siendo conocidas como Las mamachas del ring.
El documental retrata a una pequeña gran mujer con una extraordinaria determinación, humildad y sencillez. Una resistente y combatiente mujer que no tira la toalla cuando es apartada de la primera línea. Así se convierte en promotora y en pequeña empresaria. Como reconoce la directora, la vida de Carmen Rosa cambió después del documental. Apenas lucha, y las mamachas dejaron de existir. "Ahora compite como freelance y ha empezado recientemente a enseñarle todo lo que sabe a su hijo", afirma a DEIA la directora, diplomada en Berkley en Filosofía e Inglés y supervisora de series de MTV. Hace un año Betty, una mujer de ciudad, y Carmen Rosa, una indígena valerosa, se enfundaron en un largo abrazo en un festival de cine de Nueva York.
Fuente Noticias de Navarra
LIDER y las verdaderas “Cholitas Wrestling”
Imágenes del Grupo LIDER junto a Ángela, Juanita y los Luchadores Kid Simonini, Craquen y Jaider Lee.
Fuente Lucha Libre Boliviana